6.4.09

Lejos

Pisa fuerte hasta llegar a la luna.
Pisa fuerte hasta que te puedas estrellar.
Pisa fuerte para poder sentir lo que es pisar.
Pisa fuerte para que te duela el estrellar.
Una estrella camina por la masa de nube gris. Se agita, se enloquece, crece y estalla. Una estrella camina por la masa de nube gris. Se enciende, se transforma, tintinea y cree.
Un pájaro vuela por encima de mi cabeza. Aletea y aletea hasta que el viento despega sus plumas. Sus plumas caen sobre mí como suaves gotas, como una lluvia digna de apreciar.
El hoyo muere suavemente ante la oscuridad. No habla, no escucha, no puede ya mirar. Un hoyo muere suavemente ante la sombra de nuestro par. No habla, no escucha, porque no hay nada por escuchar.
Una idea se ilumina en mi mente. Se traga esferas intentando captar magia. Se traga luz intentado poder mirar.
Una idea se ilumina en mi mente. Crece en alta mar, crece en la oscuridad. Ilumina un camino a un pájaro, que pisando tan fuerte ve a una estrella desaparecer en el hoyo mágico de la idea.
Una mente que crea, una mente que sabe. Una mente que busca, una mente que muere. Una muerte avisada, un relámpago repentino. ¿Dónde está el torbellino? Mi casa ya se ha quedado sin piso.
Un gato sin equilibrio, pierde el día de su juicio. Un yin yang sin opuesto, pierde el laberinto de su puesto. Un encanto, una magia. Una boca que escucha y unos ojos que hablan.
La mirada de algo confundido, la confusión del mirar. El secreto de un zapato desteñido, y cómo es que el verde ha de importar.
Colores en un arcoiris, con bellas nubes tras el sol. Ilumina a la par con el ave que cruza hacia el sur, desintegrándose con la espera de un amigo. Desintegrándose con la espera de un destino.
Lejos no es un lugar ni un nido, lejos es donde ya se acaba el hilo. No importa la longitud, si se sabe el camino de regreso. No importa el tiempo ha tomar, si se sabe que siempre hay tiempo para encontrar.

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