31.8.10

Corre

Divídeme a la puesta del sol, donde la luz deja de existir y los pájaros dejan de reír.
Huye, corre, vuela, que los orillas de nuestra vida piden perdón a gritos, piden oleadas de risas, piden rayos de sol.
Corre, te digo.
Corre, te repito.
Corre, te grito.
Verte en mis ojos en un mañana será estrellarte con el puño en mi mente.
Será desnudarte con la vista lentamente.
Será respirar tu sangre sádicamente.
Corre, te grito.
No pretendas esconderte en los olivos.
No pretendas esconderte entre respiros.
No pretendas saciar lo amargo de tu alma con mentiras y desvíos.
Corre, te grito.
El sol ya se puso, ya es tarde, vete de aquí, huye de aquí.
Las puertas abiertas son sólo para ti, para tu belleza y tu forma de pensar, para tus ojos y tu sutil manera de besar.
Huye, corre, vuela, que las palabras ya no alcanzan para analizar.
Los sonidos ya no alcanzan para representar.
Los golpes ya no duelen como para calmar.
Corre, te grito.
No pretendas que vuelves a recordar.