14.9.12

Háblame.

Háblame de sueños, de ilusiones y pájaros volando frente a esas tres estrellas.
Háblame de miradas, de destellos y colores desprendidos de una rosa inclinada.
Háblame de la felicidad que te trae la tristeza, de los abrazos y las caricias.
Háblame de nosotras, de las visiones y los mundos nuevos que descubriste; de los paisajes que vimos y los lugares donde dormimos.
Háblame la noche y nuestros días. De los pasados y los recuerdos. De las ilusiones que siguen en mi mente y en mis ojos.
Háblame de tu silencio.
Háblame en el silencio, que es cuando más te escucho gritar.

8.9.12

Duele.

- Tengo una bala en el alma.
- ¿Quién la disparó?
- Tú.
- Pero, yo no estoy aquí. Sabes que no soy real.
- Si no lo eres, la bala tampoco lo es.
- ¿Y qué crees qué es real?
- Tú. Lo que puedo percibir con los sentidos.
- ¿Te duelo?
- Más que la bala que disparaste.
- ¿Te duelo?
- Más que el hueco que creaste
- ¿Te duelo?
- Me sangras.
- Pero dime, ¿Te duelo?
- Sí.
- ¿Es real el dolor que te hago sentir?
- Sí. Lo siento, es real.
- Pero yo no soy real.
- ¿Qué eres entonces?
- Soy tu dolor. Pero no siempre soy real.
- Pero me dueles.
- Tú te dueles. Yo no soy real.
- Tú me disparaste.
- Tú te disparaste. Tú te dueles. Tú me creaste. Yo no soy real.
- Entonces, ¿Me duelo?
- Te dueles. Más que el disparo. Más que la realidad.
- Me duelo. Más que el llanto, más que la necesidad.
- Te dueles. Más que el dolor, más que la oscuridad.
- Me duelo. Más que tu mirada en mi obscenidad.
- Recuerda, yo no soy real. Tú te dueles en tu irrealidad.

3.9.12

Tengo recuerdos.


Tengo 80 recuerdos marcados con indeleble en la mente y un cuaderno con hojas arrancadas. Tengo espacios vacíos llenos de hologramas, tengo memorias de tu risa y tus caricias. Tengo historias confusas en mi cabeza. Cuadras por avanzar, idiomas por aprender. Almohadas juntas y quizá un par de ladrillos al final de la cama.

Tengo recuerdos de mis aprendizajes y decepciones. Recuerdos de las noches que empezaban con un beso, recuerdo de las novelas que circulaban las tardes, recuerdos de espejos que reflejaban tu hermosura.

Tengo memorias inconclusas. Tarjetas con mensajes perdidos en el tiempo. Tengo arrepentimientos guardados en el alma, y bastones que solo me dejan llagas. Tengo recuerdos de llantos y desilusiones. De la luna mirándonos y la lluvia sonando. Tierra mojada, ojos mojados, un abrazo. Tengo recuerdos de la bellezas de tus manos, de la suavidad de tu piel, de la ternura de tu mirada. 

Tengo recuerdos de una pérdida enorme, de una desdicha inigualable, de un disparo directo al corazón. Tengo el recuerdo vivo de que la vida acaba, que la muerte vive, y que el recuerdo es frágil. Tengo el recuerdo de dejar de recordar. De ver pasar el tiempo y olvidarme historias, olvidarme caricias, olvidarme miradas.

Tengo el recuerdo de no poder recordar el todo. De llorar a la luz de la luna el no poder verte sonreír de nuevo, el no poder reír contigo, el no poder decirte 'te quiero'. Tengo el recuerdo de poder recordarte, entre pasillos blancos y fríos y atardeceres frente a la estatua de una virgen. Tengo recuerdos de lugares a los que no quiero regresar jamás, lugares llenos de sensaciones de llanto, de tristeza, de ti.

Tengo recuerdos de querer recordar, pero no lo consigo. Tengo un hueco en la mente y el alma rasgada. Tengo la vida en plena carrera, con huecos muy grandes que me hacen caer y mirarte ahí atrás. Tengo recuerdos de querer tenerte a mi lado, de volver a estar contigo y verte pintar mi mundo. Tengo el recuerdo de querer recordarte y sonreírte. Porque te fuiste en recuerdos, cuando yo aún no sabía cómo recordar...

Pero te sigo recordando. Lo sigo intentando.