¿Con qué ganas he de vivir, en un país donde el gobierno mata a su pueblo?
¿Con qué ganas he de vivir, en un mundo donde el dinero vale más que una vida?
¿Con qué ganas he de vivir, cuando las balas vuelan a cambio de un billete?
¿Con qué ganas he de vivir, si quien debería proteger, es quien agrede?
¿Con qué ganas he de vivir, si el diálogo es utópico y la violencia es quien realmente gobierna?
¿Con qué ganas he de sonreír, cuando a mi lado llora una madre que tuvo que ver a su hijo morir?
¿Con qué ganas he de sonreír, cuando los gritos se vuelven un cantar, y las bombas una penosa banda sonora?
¿Con qué corazón, Perú, he de latir, si nuestra tierra se mancha de sangre inocente?
¿Con qué pulmón, Perú, he de respirar, si nuestro cielo se cubre un gran humo gris?
¿Qué ganamos, Perú, si sólo nos vemos morir?