Caminaba caminaba. Pensaba. Llevaba en un bolsillo mis llaves, llevaba en otro mi billetera, un mochila llena de videos y en mi mente una canción que retumbaba y retumbaba. "Hoy son pájaros de barro que quieren volar.." Y comencé a imaginar esos pájaros en el aire, volando volando, de barro. Destruyéndose a cada aletazo, como cuando te despides sin mirar, y hablas sin mover los labios, o como cuando con la mirada me dices mucho más de lo que crees saber.
Percepciones desde un mismo punto de vista, pero ¿quién soy yo para saberlo?. No puedo decir nada, y no quiero decir nada. Porque no hay nada que decir. Sólo sería cuestión de actuar en esta infinita danza. Cambia de paso, cambia de nuevo, 1, 2, 3.. ¡va!
Salta, salta, salta al otro lado de la cama. Acá ya está muy caliente y me estoy asfixiando.
